¡No te pierdas el mágico espectáculo del Concierto de Año Nuevo: una experiencia musical deliciosa que no puedes perderte! | Cultura | EL PAÍS
Ver en La 1 de RTVE (11.15 de este miércoles) el Concierto de Año Nuevo de la Filarmónica de Viena se ha convertido en uno de los rituales más célebres de la mañana del 1 de enero. No hay nada más reconfortante que disfrutar de las delicias musicales de la familia Strauss y sus contemporáneos, que ofrecen una equilibrada mezcla de alegría y nostalgia, interpretadas por una de las orquestas más prestigiosas del mundo bajo la batuta de un renombrado director. Este evento tiene lugar en el icónico entorno de la sala dorada del Musikverein, adornada con un espléndido mar de flores para la ocasión. Además, se incluyen dos secuencias pregrabadas de ballet en impresionantes localizaciones. Durante el intermedio, se presenta un ingenioso documental sobre los tesoros culturales de Austria, complementado con actuaciones musicales. Todo esto se realza con una realización audiovisual excepcional, que en esta ocasión estará nuevamente a cargo de Michael Beyer, quien dirigirá 14 cámaras de alta definición.
Cada año parece prácticamente lo mismo, pero siempre asoman novedades interesantes. La más relevante de esta edición será la inclusión, por primera vez en sus 85 años de historia, de una obra de una compositora vinculada a la familia Strauss. Se trata del Vals de Fernando, de 1848, escrito por la niña prodigio Constanze Geiger, de 12 años, que fue estrenado por Johann Strauss padre con su orquesta en la Sofiensaal. Esta edición, la música de Johann Strauss hijo adquiere todavía mayor protagonismo al cumplirse el bicentenario de su nacimiento. El director italiano Riccardo Muti volverá al podio del Musikverein por séptima vez, lo que lo convierte en el director más asiduo desde que se invita a una batuta diferente cada año. Y la representación española se limitará a la actuación del bailarín salmantino Andrés García Torres en la escena de ballet de la polca rápida O... o, de Johann hijo, en el Museo de la Técnica de Viena.
Tras la señal de Eurovisión, la primera imagen del Concierto de Año Nuevo es el edificio de 1870 diseñado por el arquitecto danés Theophil von Hansen. Se trata de una joya neoclásica, con hileras de cariátides y representaciones de Apolo junto a las nueve musas en el techo de su sala dorada. La veremos decorada, un año más, por el arte de los jardineros urbanos de la ciudad de Viena, que tratan de encontrar una simbiosis visual con la música programada. En esta edición, entre sus 30.000 flores, veremos abundantes rosas, anturios, claveles y amarilis, con predominio de tonos rosados, verde claro y crema.